Comentábamos en nuestra entrada anterior los beneficios comprobados del storytelling en tu sitio, tus mensajes son mejor recordados, aceptados, digeridos e interiorizados por tus usuarios, lo que aumenta tus posibilidades de llevarlos a la acción, pero ¿Cómo se ve esto en la práctica? Preparamos algunos consejos.
1) Proceso= Historia.
Un maestro en la universidad nos decía: “Si no puedes decir lo que haces en un proceso, probablemente no sabes lo que haces”. Describir un proceso puede llegar a ser complicado, sin embargo, cuando echas mano del poder de una historia, las personas prestan mayor atención y se sienten más involucradas y por lo tanto, más dispuesta a trabajar con tu marca ¿Recuerdas cuando nadie sabía qué cosa era la nube o cómo funcionaba? Dropbox, resolvió este problema contándolo en forma de una historia
2) Infografías: Llenas de números y estadísticas, sin embargo, a todo el mundo le encantan.
¿Has intentado leer un reporte lleno de cifras? De acuerdo, es tan divertido como despegar chicles del piso sin una espátula; pero en cierto momento, alguien tuvo la genial idea de presentar todos esos datos por medio de ilustraciones y a manera de una historia, de modo que tal que fuera fácil digerirla. Nos referimos a las infografías; la razón por la que es fácil seguirlas, aparte de las ilustraciones (asimilamos mejor las imágenes que los números), es porque se presentan en forma narrativa. Utilízalas a tu criterio para compartir datos duros y otros contenidos específicos.
3) Explicación de tu servicio o producto= Historia.
Esto no es un misterio para nadie, menos para la publicidad en televisión, que lleva décadas contando historias sobre los productos y servicios de forma consistente y cada vez más sofisticada (a veces no tanto, como en esos anuncios de jabón para trastes y otros productos para amas de casa)
Lo cierto es que también en la web, es más deleitable conocer un producto o servicio por medio de una historia.
Depende de tu marca, producto o servicio y presupuesto; si recurres al poder de las palabras o a la emoción del multimedia, tus usuarios te agradecerán una buena historia.
4) ¿Y cómo le hiciste? Casos de estudio.
Si necesitas presentar la experiencia, conocimiento y capacidades de tu marca, es mejor a través de un relato. Este puede explicar cómo ayudaste a una empresa o persona similar al público objetivo que deseas alcanzar. Olvídate de utilizar adjetivos y frases trilladas, un relato honesto y bien estructurado es todo lo que necesitas. Aprovecha los casos de estudio en tu blog corporativo, lugares precisos de tu sitio web como portafolio y «acerca de»
5) Historias y validación social: refuerza tus historias con otras personas.
¿Recuerdas el estudio? Las personas creen las historias de sus conocidos, aún si estos tienen o no las facultades o experiencia para que su narración aporte información relevante a cierta decisión, e incluso, muchas veces sin comprobar si realmente están diciendo la verdad. Asimismo, inclusive las historias representadas por completos desconocidos, suelen tener mayor peso en las decisiones de compra, que opiniones de expertos y celebridades. Te animamos a recopilar estas historias; recuerda que deben ser de personas reales y debes obtener su consentimiento para reproducirlas.
6) Como recurso literario.
Cuando pensamos en un relato, pensamos en una larga historia o al menos en un cuento corto, pero lo cierto es que por la naturaleza de la web; la velocidad a la que se consumen los contenidos, los reducidos tiempos de atención, la inclinación de los usuarios a «escanear» tu sitio sin leerlo linealmente, pareciera que los relatos no tienen lugar dentro del cuerpo general de tu sitio. No es verdad, un micro relato puede caber dentro de 1 párrafo, 2 renglones, incluso unas pocas palabras. Esto te ayudará a captar la atención de tus usuarios, entregar de forma más amigable la información e incluso, contribuirá a activarlos, llevándolos a la acción con algun enlace o botón.